Hace tiempo una amiga (que por cierto, tiene un blog fantástico piedrapapeloazucarblog.blogspot.com) me regaló un espejito precioso: tenía unas casitas y unos pajaritos que parecían pintados a mano. Le pregunté y me dijo que lo hacía con servilletas. ¿¿¡¡Con servilletas!!?? - dije yo - Sí, sí.
Poco después, en la tienda de manualidades de cerca de casa - Pachtcat - me mostraron esta técnica. Claro, cada servilleta cuesta 35 céntimos (muy económico frente a otros papeles), puedes elegir entre una infinidad de motivos y así adaptarlo a lo que quieras.
Así que compré unas servilletas, el barniz en cuestión (sobre unos 4 euros), un pincel y una pintura acrílica. Lo de la pintura acrílica es porque necesitas un fondo de un color liso ya que la servilleta se fundirá con este fondo y si es oscuro o estampado apenas se verá.
Lo cierto es que es una técnica muy sencilla y divertida. Un consejo para principiantes como yo: cuanto más pequeña la pieza a pegar mejor...
Podéis decorar un sinfín de cosas: la típica sillita para los niños, la cajita con ruedas donde se guardan los juguetes, cualquier cajita o, como en este caso, el bote de Pringles forrado... (lo utilizaré para guardar los moldes de las galletas)
Ah!! y un consejo de mi amiga Ana que me fue de maravilla: barnizar desde el centro hacia afuera, con mucho cuidado para evitar que se rompa (es frágil)
Os dejo unas fotos y un pequeño vídeo para que os animéis.
Gracias por todos los consejos! Y el video genial.
ResponderEliminar